1954 Jiménez Deredia descubrió la escultura a los 13 años de edad, en el taller del Liceo de Heredia; fue ahí en donde se dio cuenta de que era capaz de crear algo. Unos años después, Deredia empezó a tallar retratos en trozos de madera y piedra, contando con el apoyo de los talleres artísticos del Conservatorio Castella, ubicados en Barreal de Heredia. Poco tiempo después centró su atención en el desarrollo de las formas orgánicas y en el arte precolombino. Es en este momento donde se gradúa de secundaria y empieza a visitar frecuentemente la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Costa Rica. En 1976 el gobierno italiano promovió un concurso dirigido exclusivamente a estudiantes extranjeros, en donde se otorgaría una beca de 7 meses que permitiría al elegido aprender las técnicas de la elaboración del mármol en la ciudad de Carrara, Italia. Deredia fue, eventualmente, el elegido. De esta manera, Deredia parte en octubre del mismo año 'Es en esta época también que Deredia empieza a trabaiar por medio de sus obras el tema de la maternidad, incrementándose especialmente después de 1978. Cuando obtuvo su Licenciatura en Escultura de la Academia de Bellas Artes de Carrara, Deredia decide estudiar arquitectura en la Universidad de Florencia, de 1980 a 1986. El tema de la maternidad es recurrente dentro de la obra de Deredia. La maternidad en sus obras representa el desarrollo al tema de la fecundidad y el nacimiento; Deredia representa este tema a través de formas esencialmente orgánico-simbólicas, como la esfera, el útero y el seno. La esfera es un elemento recurrente en Deredia: inspirado en las esferas precolombinas de la antigua cultura Boruca de Costa Rica, Deredia ha declarado que gracias a ellas puede entender la dimensión de su espiritualidad y la espiritualidad de su pueblo natal. Mediante estos símbolos presentes en sus obras, Deredia pretende recuperar los valores espirituales de los pueblos indígenas. Al recuperar tales valores, los ofrece renovados para así poder "activarlos" La esfera precolombina representa para el escultor, esencialmente, un mensaje de armonía y el encuentro del individuo consigo mismo. Jorge Jiménez Deredia es el primer escultor latinoamericano en colocar una obra en la Basílica de San Pedro: la Estatua de San Marcelino Champagnat, que fue develada ante la presencia del Papa Juan Pablo II. La estatua fue colocada dentro de un nicho del transepto izquierdo de la Basílica de San Pedro, diseñado por Miguel Ángel. En 1999 le fue otorgado el premio "Beato Angélico" por el Vaticano, como reconocimiento a la calidad espiritual que ha manifestado a través de sus obras. Deredia fue el primer artista contemporáneo en exponer sus obras en el Foro Romano, el más importante sitio arqueológico y patrimonial de la capital italiana La exhibición en si constó de ocho grupos escultóricos hechos en mármol, obras propias de Deredia. Esas esculturas formaron parte de la "Ruta de la Paz", un proyecto que prevé nueve conjuntos escultóricos monumentales en nueve países de América, desde Canadá hasta la Tierra del Fuego, pasando por Estados Unidos, México, Costa Rica, Colombia, Perú y Chile. De esta manera, la prensa romana escrita y en televisión ha retratado a Jiménez Deredia como un "mensajero de paz"